Producir cultivos a baja escala y de forma orgánica en las escuelas, conlleva a que los niños y la comunidad aprendan de una manera más consciente a manejar los recursos naturales, y ver las las bondades de la ecología de una manera mucho más inteligente a lo que se hace convencionalmente.
Ing. Agr. Giovanna Santana/ santanagiovanna@gmail.com /Twitter: @Agrogiova
Tanto en nuestro país como a nivel mundial, se está impulsando en gran medida el aprendizaje para la producción de cultivos de forma orgánica en escuelas. Con el enfoque de garantizar la seguridad alimentaria y mejorar los conocimientos en temas agrícolas que aseguren el autoabastecimiento de alimentos sanos; empresas privadas e instituciones públicas, buscan que tanto en las escuelas como en las comunidades aledañas, niños y adultos aprendan una base sólida de lo que son los huertos escolares (si se hacen en casa se llamarían huertos familiares), y lo que se necesita para producir de forma sostenible.
Criterios de sostenibilidad
La sostenibilidad implica que la actividad sea socialmente justa, económicamente viable y ecológicamente factible. Los huertos cumplen con todas estas condiciones puesto que no se necesitan grandes inversiones para producir grandes beneficios, sin ir en detrimento del medio ambiente circundante.
Para que este tipo de actividad sea sostenible en la escuela, es necesario que se empleen los insumos propios de la zona, y evitar en lo posible subsidios externos, tales como compra de fertilizantes, insecticidas, fungicidas, semillas, etc. La idea, para el buen funcionamiento y sostenibilidad del huerto, es que en la misma unidad de producción existan y/o se generen los insumos básicos que se requieren para tener el éxito deseado. Cuando hablo de insumos básicos me refiero a las semillas, el abono, las soluciones para manejo de plagas y el agua. Para tener un huerto exitoso no es necesaria, obligatoria ni recomendable (salvo que se presenten condiciones específicas) el uso de agroquímicos, debido a que se toman en cuenta principios ecológicos para reducir la aparición de plagas y enfermedades que en todo caso, son las causales principales del manejo convencional en el campo.
Producir cultivos en el huerto conlleva a que los niños y la comunidad aprendan de una manera más consciente a valorar los recursos con los que se cuentan, así como a manejar los recursos naturales, y ver las bondades de la ecología de una manera mucho más inteligente a lo que se hace convencionalmente.
En este sistema no se hace referencia a un monocultivo (siembra masiva de un solo cultivo) en que se emplean altas cantidades de químicos para evitar ataque de plagas y curar o prevenir enfermedades, sino que por el contrario, se establece como premisa con el policultivo, lo que garantiza la existencia de diferentes especies de plantas para cosechar (maíz, tomate, quinchoncho, caraota, batata, auyama, lechosa, etc…), lo que a su vez disminuye el ataque de plagas y enfermedades. También, existen controles culturales, tales como el uso de plantas repelentes y platos amarillos, que pueden usarse entre las hileras de siembra con el fin de evitar problemas con insectos.
El huerto es más que un espacio físico ¿Cuáles actividades puedes vincular?
El establecimiento y mantenimiento de un huerto puede resultar una tarea fácil y divertida para quien tiene la conciencia de su importancia y lo que esto representa para la educación de los niños en escuelas y las personas de la comunidad. La aceptación y programación de las actividades del huerto, son puntos importantes para dar pasos firmes, y en esto debe llevar la batuta tanto el personal directivo de las instituciones como los docentes coordinadores, quienes son los que guiarán y velarán que los programas de huerto escolar se lleven a cabo. Es un gran éxito cuando se tiene claro que este espacio no es solo para tener plantas y gallinas, y de esta manera cumplir con la empresa o institución que financia o lleva a cabo el programa, sino que es mucho más que eso. El huerto escolar es un aula sin paredes, es un sitio de esparcimiento, un lugar de aprendizaje si es que verdaderamente el maestro se lo propone.
Los docentes saben que el aprendizaje es mucho más efectivo en la práctica, por esta razón es que el huerto escolar ofrece un espacio para que casi cualquier maestro pueda usarlo bajo su propio enfoque y creatividad, vinculando sus actividades.
Te doy cinco (5) ideas de actividades que se podrían vincular con el huerto escolar:
- El reciclaje. De botellas de refresco y cauchos como contenedores de plántulas, semilleros, y la genial idea de hacer un sistema de riego por goteo o aspersión (ver foto). También el reciclaje de materiales orgánicos para hacer compostaje. En relación a esto último te dejo este artículo: 7 ventajas de hacer compostaje.
- Asignaturas abstractas como matemática. Su vinculación con el huerto puede hacer que sea mejor comprendida en la práctica. Por ejemplo, cuando los niños están aprendiendo a sumar, el maestro podría planificar una actividad guiada, en la que los niños puedan medir el largo y ancho de los canteros y calcular el perímetro de los mismos. Por otro lado, cuando estén aprendiendo a multiplicar, se hace la misma operación pero con la intención de que ellos calculen el área o el volumen del cantero (ver figura). Con un ejemplo en la práctica, los niños comenzarán a entender la importancia de aprender a sumar, multiplicar y dividir, y para qué cosa le puede servir ese conocimiento adquirido. Con un poco de creatividad para enseñar, el huerto puede ser mucho más que una siembra y cosecha de plantas y frutos. Vincular actividades rutinarias en las materias con el huerto escolar es muy importante para darle vida y lograr una relación más humana entre los involucrados y la naturaleza.
- Asignaturas como biología, ciencias naturales y ciencias de la tierra. El huerto escolar es un excelente oportunidadpara ver el ciclo de vida de la planta en tiempo real, desde la germinación hasta la senescencia y fin del ciclo de vida, estudiar las partes de la planta, explicar para que sirve cada órgano, la fotosíntesis y su importancia para la vida.
- Actividades culturales: la cartelera del huerto, el periódico del huerto, la poesía del huerto
- Actividades que estimulen el liderazgo y la pérdida del miedo escénico. Que cuando se realicen eventos en la escuela, niños de diferentes edades expongan acerca de su experiencia en el huerto escolar o de algún tema en específico relacionado.
- ¿Se te ocurren más? Ayúdame a completar cuál otra actividad podría vincularse el huerto escolar con un comentario al final de este artículo.
No es difícil hacer valer lo que tienes, lo que necesitas es un poco más de creatividad y amor.