PRODUCCIÓN DE ABONO ORGÁNICO FERMENTADO A PARTIR DE DESECHOS VEGETALES

La mezcla se realiza con una relación 4:1 de material verde y sustrato. Para evitar los malos olores producto de la descomposición putrefacta y la presencia de insectos molestos y picadores, la pila de material se debe mezclar y asperjar diariamente con una solución de Microorganismos eficaces o benéficos

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Ing. Agr. Elio Guevara/ Email: guevara.elio@gmail.com / Twitter: @guevaraelio/ Especialista en Producción Agrícola y Tratamiento de Aguas.

El abono orgánico fermentado se produce al procesar los restos de cosecha vegetales con los sustratos empleados para cultivos y otras fuentes de generación, tales como productos de aserraderos de madera, mientras se emplean microorganismos.

Para tales fines, pueden emplearse restos o desechos orgánicos vegetales (Figura 1) provenientes de nuestros hogares, restaurantes, auto mercados, fruterías o empresas dedicadas al mínimo procesamiento de alimentos como: lechuga, berro, cebollín, radiquio, rucula, granos germinados, repollo, zanahoria, y otras hortalizas, raíces y tubérculos, pueden ser usadas y mezcladas con materiales tales como aserrín de coco + cascarilla de arroz y otros materiales estructurantes tales como viruta y aserrín de maderas blandas (maderas blancas que son libres de taninos).

Figura 1. Restos vegetales con material estructurante
Figura 1. Restos vegetales con material estructurante

La mezcla a realizar es muy sencilla, pero es importante disponer de un espacio techado para su proceso (Figura 2), o en su defecto, disponer de plásticos de gran tamaño para proteger la pila de material orgánico a compostar de las condiciones ambientales. La mezcla se debe realizar en una relación 4:1, es decir, 4 partes iguales de material verde con una parte de material estructurante. Para evitar los malos olores producto de la descomposición putrefacta y la presencia de insectos molestos y picadores, la pila de material se debe mezclar y asperjar diariamente con una solución de Microorganismos eficaces o benéficos, los cuales pueden conseguirse en casas agropecuarias o empresas fabricantes de insumos agrícolas. Estos microorganismos normalmente son una mezcla dirigida de bacterias acido lácticas y fotosintéticas, hongos, levaduras y actinomicetos no patógenos. Estos organismos también pueden encontrarse en nuestro medio en zonas boscosas, y que al ser seleccionados adecuadamente y sin un tratamiento mayor, pueden ser inoculados o agregados por medio de la hojarasca en el material a compostar.

Figura 2. Espacio techado.
Figura 2. Espacio techado.

Para la preparación de la solución de microorganismos a aplicar sobre la pila, se debe tomar la precaución de que el agua esté limpia y no clorada. En caso de contar con agua clorada, la misma debe ser almacenada en un recipiente sin tapa por un periodo de 24 horas para que el cloro se volatilice, para que de esta manera ocurra la fase de calentamiento del material lo más adecuadamente posible, hasta lograr una temperatura igual o mayor a 60 ºC, en la que se reduce el contenido de humedad, se eliminan los malos olores y se destruyen semillas de plantas no deseadas, huevos de insectos y otros microorganismos patógenos de interés agronómico.

Este método reduce los problemas de contaminación de suelos y aguas, que causan los lixiviados generados durante el proceso común de compostaje, y de esta manera se puede obtener, después de un periodo no mayor a 40 días, un abono orgánico con alto contenido de minerales y materia orgánica, como producto adicional para el sistema de producción.

El abono orgánico (Figura 3), puede ser utilizado para complementar la fertilización de cultivos en la agricultura tradicional, enriqueciendo los suelos e inoculando en éstos los microorganismos benéficos que se agregaron a la pila. Del mismo modo, el abono también puede ser utilizado en la agricultura orgánica como fuente principal de fertilización de todo tipo de cultivos, además de que también se constituye en una excelente alternativa para la nutrición de plantas ornamentales al poder comercializarlo en cadenas de auto mercados y viveros de plantas y ornamentales.

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Figura 3. Abono orgánico listo para ser usado en los cultivos.

Finalmente recuerda que la buena salud del suelo no solo depende de los parámetros físicos y químicos, sino también de la presencia suficiente de materia orgánica (>20%), de micro y macro organismos benéficos, los cuales todos en su conjunto ayudan a mantener una buena relación carbono nitrógeno, una adecuada estructura del suelo y esta a su vez una adecuada oxigenación y circulación del agua y nutrientes para la nutrición de la planta.

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