La injertación es una forma de multiplicación vegetativa, por lo que se preservan ciertas características de una planta, tales como alto rendimiento, altura, calidad del fruto, precocidad en la producción y uniformidad de la plantación y de la cosecha.
Por Ing. Agr. Jose Alberto Yepez/ Contacto: yepezalberto@gmail.com
Casi todos los árboles frutales como el mango, aguacate, durazno, y en especial, los cítricos (naranjas, limones, mandarinas, entre otros) provienen de la práctica de injertación; esto es, tomar una pequeña parte de una planta que queremos preservar e implantársela a otra planta en donde se desarrollará y producirá frutos.
La injertación es una forma de multiplicación vegetativa, por lo que se preservan ciertas características de una planta, tales como alto rendimiento, altura, calidad del fruto, precocidad en la producción y uniformidad de la plantación y de la cosecha. Por su parte, el patrón, o la planta sobre la cual se desarrollará el injerto, ofrece características también importantes como la resistencia o tolerancia a ciertas enfermedades y la adaptabilidad a diferentes condiciones de los suelos en donde se desarrollará el cultivo. Entre las ventajas de la injertación se puede nombrar el tiempo en la producción de frutos, ya que se está utilizando yemas ontogenicamente maduras sobre una planta ya desarrollada. Además, el manejo agronómico se ve en gran medida simplificado, ya que existe una uniformidad en los tiempos y cantidad de riego, fertilización, cosecha, podas, aplicación de agroquímicos, entre muchas otras.
Ya sabemos que una planta injertada está compuesta por dos especies diferentes: El patrón y el Injerto. El Patrón es la planta encargada del anclaje y de suplir de nutrientes y agua a la parte aérea. Por otro lado, el injerto es quien se ocupa de efectuar la fotosíntesis, además de la producción de frutos con las características deseadas. Para hacer la injertación exitosa, ambas plantas deben poseer rasgos genéticos muy parecidos, por lo que deben ser del mismo género, o en su defecto, de la misma familia dentro de la taxonomía vegetal.
A pesar de esta unión tan intima entre dos especies de plantas diferentes, vale la pena señalar que no existe recombinación de las características genéticas entre el patrón y el injerto, es decir, que cada una de las partes conserva su condición genética.
El patrón. Este puede provenir de una semilla o de propagación asexual (acodo, estaca, etc.) y debe presentar ciertas características que permitan su fácil propagación y adaptabilidad en diferentes medios. A nivel de semillero, lo recomendable es trabajar con plantas que tengan un alto número de semillas por fruto, elevado porcentaje de germinación y que sean de rápido crecimiento.
A nivel de campo, deben ser plantas que se adapten a diferentes texturas de suelo, ofrezcan resistencia a la salinidad, sequía, exceso de humedad y se adapten a diferentes rangos de pH. Además, es de suma importancia que presenten tolerancia o resistencia a diferentes enfermedades y nematodos.
Debido lo ya señalado en mi artículo anterior “Una vieja Epidemia: Virus de la Tristeza de los cítricos”, actualmente se utiliza la mandarina Cleopatra (Citrus reshni Hort. ex Tan) y al limón Volkameriano (Citrus volkameriano Pasq.) como los principales patrones para la producción de plantas de cítricos, especialmente en zonas de los Valles Altos del estado Carabobo.
La mandarina Cleopatra produce plantas muy longevas (mas de 30 años), es de muy lento crecimiento y resiste ciertos periodos de sequía, mientras que el limón Volkameriano produce plantas menos longevas, es de muy rápido crecimiento y es muy exigente en cuanto al riego. Las naranjas y mandarinas suelen ser injertadas sobre la mandarina Cleopatra, mientras que los limones se injertan sobre el limón Volkameriano.
El proceso de injertación.
La mayoría de los productores de de cítricos en Venezuela, suelen comprar las plantas en los viveros que se “especializan” en la producción de plantas frutales y estos a su vez, suelen obtener o comprar las semillas del patrón de otras fincas, luego que los patrones están listos para ser injertados, contratan a un “injertador” para esta actividad. Una persona experimentada puede injertar cerca de 600 (seiscientas) plantas al día. Sin embargo, una vez que se tiene cierta practica, resulta ser una tarea muy sencillas, solo se requiere conocer muy bien los detalles del proceso y algo de paciencia.
La mayoría de los viveristas realizan dos tipos de injertos, uno es el de enchape lateral y el otro es el de “T” invertida, y la implementación de un tipo u otro, depende principalmente de que si la planta (patrón) posee buena savia o no (esto es si hay un buen desprendimiento de la corteza o no).
Materiales a utilizar:
- Piedra de amolar o lija 320
- Navaja de injertar de acero inoxidable
- Alquitrán vegetal
- Tijera de podar
- Cinta de polietileno
- Cloro
Procedimiento:
1. Seleccionar y preparar la vareta: Ramas de árboles sanos y que estén en plena producción. Las varetas deben estar endurecidas para que cuando las yemas sean cortadas, el tejido no se rompa.
2. Preparar el portainjerto: La altura para injertar la yema en el portainjerto se sitúa entre 30 y 40 centímetros sobre el suelo.
3. Cortar el patrón. Se hace distinto dependiendo si es del tipo enchape lateral o T invertida.
4. Cortar la yema de la planta para injertar
- Unir la yema en el corte del injerto.
5. Cubrir el injerto con cinta de polietileno
Y de último, te tengo esta información para que tengas éxito en tu injertación:
8 consideraciones que debemos tener en cuenta al momento de injertar
A continuación, te menciono algunas consideraciones que debemos tener en cuenta para poder injertar:
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- El momento para llevar a cabo la injertación es cuando la corteza pueda ser fácilmente desprendible de la madera.
- No se debe injertar en días lluviosos ya que el exceso de humedad ambiental puede favorecer el desarrollo de ciertas enfermedades que pueden afectar al prendimiento y posterior brotación de los injertos.
- Es recomendable regar los patrones un día antes de que se vayan a injertar.
- El porta-injerto o patrón debe tener un grosor semejante al diámetro de un lápiz (0,6 a 1,0 cm), debe ser saludable y sin ningún tipo de estrés.
- La altura para injertar la yema en el portainjerto se sitúa entre 30 y 40 centímetros sobre el suelo.
- La selección de la vareta o del injerto debe tomarse de ramas de árboles sanos y que estén en plena producción y deben tomarse poco tiempo antes del injerto.
- las varetas deben ser deshojadas y conservadas en un lugar fresco y húmedo.
- Una vez que se ha hecho el injerto, no es recomendable fumigar las plantas o moverlas.