ESTOS SON LOS FACTORES QUE CONTROLAN EL ENRAIZAMIENTO

Factores de orden genético,  bioquímico y  anatómico, así como las condiciones ambientales, influyen en los procesos de enraizamiento vegetal, por lo que se deben tomar en cuenta para el éxito en la propagación de plantas.

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Ing. Agr. MsC. Giovanna Santana/ santanagiovanna@gmail.com / Twitter: @Agrogiova @g_santanam

Las raíces constituyen el órgano de la plantas que llevan a cabo funciones de absorción de agua y nutrientes, y de sostén o anclaje de las mismas al suelo.  En la ocurrencia del ciclo ontogenético, después de la germinación de semillas, lo primero que emerge es la raíz, y luego la parte aérea.

Para que la propagación de plantas con fines agrícolas u ornamental se realice con éxito, se debe garantizar una adecuada emergencia de raíces. De esta manera, aumentan las probabilidades de superivencia de las especies empleadas. Tanto si la técnica empleada es por propagación asexual mediante esquejes, hijuelos, etc.,  como por propagación In vitro usando explantes, conviene conocer cuáles son los factores que inciden en la formación de raíces.

Aun dentro de la misma especie vegetal, existen diferencias genéticas, bioquímicas y anatómicas (no todas las plantas son iguales). Lo anterior, aunado al medio ambiente circundante, influye en todos los procesos que se llevan a cabo en las mismas. En términos generales, se incluyen tres factores que controlan el enraizamiento:

1. Factores endógenos

Los factores endógenos son los inherentes al material que se utiliza para propagar (estaca, esqueje, propágulo, hijuelo, explante, etc.). Se incluyen en esta clasificación los aspectos genéticos, anatómicos y bioquímicos fisiológicos.

Recordemos que existen sustancias reguladoras del crecimiento (hormonas) que actúan en muy bajas concentraciones y tienen la capacidad de estimular o inhibir procesos en las plantas. Generalmente, los promotores son las auxinas y etileno, mientras que el ácido abscísico (ABA) es considerado un inhibidor o retardante. Todas las respuestas de crecimiento van a depender siempre de un balance interno de las hormonas, por ejemplo, para estimular enraizamiento, la proporción de auxinas debe ser mayor a la de citocininas en los tejidos de la planta. Caso contrario estimula el brote de parte aérea.

  • Alta relación Auxina:Citocinina conlleva a la formación de primordios radicales
  • Baja relación Auxina:Citocinina conlleva a la formación de yemas y primordios foliares.
  • Intermedia relación Auxina:Citocinina conlleva a la formación de callo.

En términos generales, tanto las auxinas (ácido Indol Acético-AIA) como las sintéticas (ácido Indol Butírico-AIB y Ácido Naftalin Acético-ANA), se utilizan para iniciar brotes de raíces adventicias en tallos debido a que su presencia favorece la desdiferenciación de las células (en las primeras 0-24 h), luego una inducción (24-96 h) en la que las células están determinando a formar raíces, y la posterior diferenciación celular en raíces (después de las 96 h). Pasado este tiempo, y dependiendo de la especie, hay que ser precavidos con las auxinas puesto que pueden actuar como inhibidoras del enraizamiento.

A nivel comercial la auxina más empleada es AIB ya que no es tóxico en un amplio rango de concentraciones para un gran número de especies, y es químicamente más estable que el AIA. La concentración ideal de auxina a emplear depende de la especie a propagar, y es necesario revisar la literatura y realizar pruebas antes si no se conoce bien la especie (Figura 1). Tanto una subdosis como una sobredosis en la concentración hacen que no se formen raíces. Puesto que las hormonas actúan en bajas concentraciones, aquí no vale el lema “mientras más le aplico es mejor”. Una sobredosis genera un efecto negativo en el proceso.

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Figura 1. Enraizamiento de estacas de agraz (Vaccinium meridionale Swartz) tratadas con AIB en diferentes concentraciones (Castrillón et al., 2008).

 

Otro regulador que estimula la formación de raíces en etapas tempranas es el etileno (C2H4), siendo capaz de inducir raíces en hojas, tallos, pedúnculos. En algunos casos se ha demostrado que la aplicación de auxinas induce síntesis de etileno, causando enraizamiento.

Las giberelinas, y en especial el ácido giberelico (AG3) también puede resultar un estimulador de enraizamiento pero solo en etapas tempranas.  En tejidos maduros evita la división celular en tejidos de raiz, resultando en una baja de la condición meristemática. Por lo general, la giberelina debe estar a una muy baja concentración puesto que su mayor efecto está en la elongación celular del tallo, e interfiere en el enraizamiento actuando tanto como regulador de la síntesis de proteínas y ácidos nucleicos como desviando sustancias que irían a formar raíces para la elongación del tallo. Si la estructura empleada para propagación tiene elevado contenido endógeno de giberelina, se recomienda aplicar sustancias que interfieran con su actividad, como el ABA, para aumentar la probabilidad de enraizamiento.

2. Factores inherentes a la planta madre

El estado sanitario, nutrición, la edad del material de la planta madre a emplear para propagación son muy importantes a tomar en cuenta.

Cuando el material a seleccionar es tomado de tejidos jóvenes de plantas madres sanas, bien nutridas, de consistencia blanda (no tan duras), se favorece el enraizamiento.  Por otro lado, también es importante que para plantas de difícil enraizamiento, se tomen solo ramas con yemas foliares, evitando las ramas con yemas florales. En caso de que haya flores, estas deben ser eliminadas tempranamente.

En la medida que la planta madura, su potencial de enraizamiento va disminuyendo. Lo anterior se debe tanto a un incremento en la síntesis de inhibidores, como a una baja en los compuestos fenólicos que actúan en sinergia para iniciar raíces, pero en todo caso, existen técnicas para lograr formas juveniles en estas plantas, como por ejemplo, con poda continua, usando ramas adventicias, aplicando giberelinas en la fase adulta para generar crecimiento violento de ramas jóvenes y rejuvenecimiento. La injertación sobre un patrón juvenil también ayuda a rejuvenecer y a restaurar el enraizamiento de la parte injertada.

El anillado y acodo (Figura 2) también es una técnica que ayuda al enraizamiento, debido a que se acumulan sustancias en la rama anillada.

Es muy importante que una vez obtenidas las estacas, sean tratadas con alguna solución fungicida para evitar problemas por enfermedades durante el proceso.

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Figura 2. Realización del acodo: (a) Anillo completo; (b) Aplicación del sustrato; (c) Cubierta del acodo con plástico transparente (Liao et al., 2012).

 

3. Condiciones ambientales externas

Las condiciones ambientales que generalmente favorecen son temperaturas medias (28-30°C) en las que disminuya la transpiración y respiración de los tejidos, así como una alta humedad relativa (>80-90%) de ser posible usando microaspersores,  y baja intensidad lumínica con el uso de sombra de sarán que reduzca la fotosíntesis.

Las altas temperaturas estimulan más la formación de yemas y brotes aéreos que raíces. Sin embargo, para la propagación de especies forestales, las altas temperaturas favorecen el proceso (Badilla y Murillo, 2005)

El sustrato para enraizamiento también es muy importante. Los suelos arcillosos tienden a conservar mucha humedad y anegarse disminuyendo la cantidad de oxígeno disponible. Además, una vez secos también tienden a endurecerse mucho, evitando la penetración de las raíces. Por otro lado los sustratos muy arenosos no aguantan suficiente humedad. Para el enraizamiento es necesario realizar mezclas que permitan buena aireación y retención de humedad, como por ejemplo arena: suelo puro con 10% de cascarilla de arroz en proporción 50:50.

Algunas plantas requieren lesiones o heridas para favorecer el enraizamiento, así como también tratamientos con azúcares y suministro de oxígeno.

La propagación de plantas es todo un arte, y no todas las técnicas tienen la misma efectividad en todas las plantas. Conocer la planta a propagar es muy importante, así como los estudios y generación de protocolos efectivos que eviten la pérdida de tiempo y dinero.

Hasta un próximo artículo.

 

Referencias

Badilla, Y.; O. Murillo. 2005. Enraizamiento de estacas de especies forestales. Kurú: Revista Forestal (Costa Rica) 2(6). Disponible en línea: https://www.google.co.ve/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&cad=rja&uact=8&ved=0ahUKEwjm2orQue3JAhUC8CYKHaksCNUQFggbMAA&url=http%3A%2F%2Fdialnet.unirioja.es%2Fdescarga%2Farticulo%2F5123232.pdf&usg=AFQjCNE3Zc8fs4sISxCar5kJSIxfUbD5eA

Castrillón, J.C; E. Carvajal, G. Ligarreto, S. Magnitskiy. 2008. El efecto de auxinas sobre el enraizamiento de las estacas de agraz (Vaccinium meridionale Swartz) en diferentes sustratos. Agronomía Colombiana 26(1), 16-22. Disponible en línea: http://www.revistas.unal.edu.co/index.php/agrocol/article/view/13912/14627

Mesen, F. 1998. Enraizamiento de estacas juveniles de especies forestales. CATIE. Manual Técnico N°30. Disponible en linea: http://orton.catie.ac.cr/REPDOC/A0021S/A0021S.HTM

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