Lo sabemos, en la actualidad gran parte de la agricultura se realiza en suelos que son cada vez menos fértiles, contaminados y con problemas severos de plagas y enfermedades. ¿Sabías que gran parte de este problema se debe al manejo que por años has estado brindando a tus cultivos y a tus tierras?
Antes de continuar tengo que advertirte algo: si eres una persona de mente cerrada o cuadrada, creyente solamente y en demasía de los efectos y bondades de los agroquímicos, no pierdas tu tiempo leyendo este artículo. Si por el contrario, eres una persona de mente abierta que entiende que hay problemas reales en tus cultivos y que podrían estar siendo causados por un manejo no adecuado, sigue leyendo, que estamos para ayudar, eso sí, sin romanticismos y con basamento en experiencias reales.
La agricultura convencional que es llevada a cabo con subsidios: fertilizantes inorgánicos, agroquímicos (fungicidas, insecticidas, bactericidas, nematicidas, acaricidas, etc.) y por años ha conllevado aumentos rápidos en los rendimientos, trayendo consigo mejores ganancias para el agricultor en un corto plazo. Esta es la clave de por qué se ha hecho un uso irracional de estos recursos, que son muy buenos, pero que en el largo plazo tienen efectos negativos. Ha sido precisamente el uso continuado de agroquímicos lo que ahora se revierte en ataques más frecuentes y severos de enfermedades y plagas en los cultivos.
Recapitulemos lo que ocurre: en la preparación del suelo usas herbicida, luego según sea tu planificación, aplicas fertilizante. Si tienes problemas con hongos del suelo aplicas el fungicida, controlas el problema. Viene un ataque de larvas, aplicas insecticida, y luego un herbicida selectivo para el control de x ó y maleza, y de forma preventiva aplicas otro producto para que no se afecte el producto comercial. Finalmente cosechaste y ganaste. En el siguiente ciclo vuelves a hacer lo mismo, hasta que llega un punto en el que algo surge: ya no solo es el hongo controlado el ciclo anterior, sino que comienza a aparecer un compendio de microorganismos dañinos a quienes ya no puedes seguir controlando con este u otro agroquímico. ¿Sabes cuál es el trasfondo de esto? Que los problemas mayores surgieron debido a que has matado a los microorganismos benéficos en el suelo, aquellos que hacían control directo o indirecto sobre microorganismos dañinos.
Buscamos solucionar problemas momentáneos atacando el síntoma, matando al hongo o a la bacteria causante del problema, pero si te fijas bien, no estás atacando el verdadero problema. La raíz de estos ataques frecuentes es otro, y la solución es sencilla, la tenemos a mano, pero requiere tiempo, paciencia y desde luego, inversión.
El uso continuo de agroquímicos, lejos de estimular el crecimiento de microorganismos benéficos, los aniquilan, favoreciendo entonces un aumento en las poblaciones de microorganismos dañinos. Los mismos agroquímicos causan un desbalance en la microbiota, lo que termina causando los problemas de enfermedades que posteriormente queremos seguir controlando con los mismos agroquímicos… ¡Pero que ironía! No digo que sea malo su uso, pero el secreto está en emplearlos solo cuando es estrictamente necesario.
Aquí es donde vengo con mi exposición de que los microorganismos benéficos del suelo y la materia orgánica, son nuestros mejores aliados para lograr una buena fertilidad, sanidad y crecimiento de todos los cultivos.
Los amigos de Alltech, en su blog de España han publicado un artículo relacionado que también te recomiendo leer “Los microorganismos, tendencia clave en la fertilización del futuro”
Suelos con un buen contenido de materia orgánica y buena oxigenación, tienen más probabilidades de recuperarse ante las perturbaciones, y en parte se debe a que son fuente de alimento para los microorganismos benéficos. Si a un suelo perturbado, contaminado y empobrecido, se le adiciona materia orgánica: abono orgánico compostado, humus de lombriz, ácidos húmicos y fúlvicos, se contribuye en la mejora de su calidad desde el punto de vista físico, químico y microbiológico. Si adicionalmente se le agregan microorganismos benéficos, los resultados son tremendos, y tus cultivos lo van a agradecer.
Los microorganismos benéficos son aquellos que generan fermentación de materiales orgánicos (bacterias ácido lácticas, fotosintéticas, levaduras), hacen disponible los nutrientes (solubilizadores de fósforo, potasio, fijadores de nitrógeno), producen sustancias que ayudan a las plantas a crecer mejor (bacterias PGPR), producen sustancias que controlan patógenos (por antibiosis) y compiten con los mismos por espacio y alimento.
Cuando digo que se necesita paciencia para esto, es porque la regeneración no es tan rápida como lo esperamos. Nosotros podemos generar caos en un santiamén, pero la regeneración lleva su tiempo. Lo mismo ocurre cuando nos enfermamos, tardamos un tiempo mayor en sanar. Los procesos biológicos llevan su tiempo, pero al mediano y largo plazo los beneficios comienzan a hacerse visibles. El trabajo puede hacerse gradualmente en áreas específicas de la finca o unidad de producción, por lo que irás viendo tu mismo los resultados.
En el mercado nacional existen varias alternativas que puedes emplear. Recuerda, al incorporar microorganismos benéficos también debes aportarle el alimento, para que se multipliquen y puedan colonizar los espacios en el suelo, de esa manera se instalarán y realizarán mejor su trabajo.
Recuerda esto: la clave para lograr que tus tierras produzcan mejor, y por mayor tiempo, esta en hacer devolución al suelo de lo que se le ha quitado, y esto se logra poniendo a trabajar a nuestros más grandes aliados, los microorganismos benéficos.
Consulta las alternativas y te asesoraremos al respecto.
Que tengas feliz día.
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Esto es exactamente lo que promueve Tecnoagua, en su programa de recuperación de suelos degradados. Que bueno que ya muchos profesionales del área lo han podido corroborar. La planta es un ser vivo cuyo parte de su sistema orgánico descansa en el suelo, sí él está enfermo, ella no puede comunicarse ni defenderse en su ambiente
Así es Yassellis. Todavía queda mucho camino para seguir ayudando en los procesos de regeneración de suelos, es algo que debemos tener presente todos los agrotécnicos. Gracias por comentar.
Excelente artículo. Afortunada síntesis. Creo que ese es el camino correcto para recuperar los suelos que han recibido una carga exagerada de agrotóxicos. Es afortunadamente más sencillo de lo que parece, porque tenemos las herramientas a nuestra mano y los costos son muy manejables si entendemos el inmenso valor intrínseco de nuestros suelos.
Gracias por ayudar a reforzar estos conceptos en el ambito agrícola. Sin microorganismos NO HAY VIDA. Sin materia orgánica NO HAY MICROORGANISMOS.
Así es Sr. Dustano, tal cual. Hay que alimentar a los microorganismos benéficos del suelo para evitar problemas futuros en las plantas. Gracias por comentar.
La punta de la lanza de la Agroecologia!
Hola Daniel, gracias por comentar. Así es, es un tema para sacar mucha punta. Saludos.